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miércoles, 11 de abril de 2012

Manuel Narváez: Más allá del jugador

  
   Manuel Narváez es un veterano de 12 años en el Baloncesto Superior Nacional. De por vida, promedia 7.4 puntos y 7.4 rebotes por juego. No se dejen llevar por los números, ya que Manuel provee una buena presencia en la pintura con su marco de 6'10'' de estatura y 240 libras. El también veterano de nuestra Selección Nacional ha jugado para siete franquicias: Vaqueros de Bayamón (2000, 2002, 2003), Titanes de Morovis (2003), Gallitos de Isabela (2004), Leones de Ponce (2004-2006, 2010), Maratonistas de Coamo (2007, 2011), Cangrejeros de Santurce (2008-2009) y Mets de Guaynabo (2012). 

   Lo que muchos probablemente no sabrán es que Manuel es un apasionado autor y culminó la escritura de su libro "El Sentido del Baloncesto en la Vida". Luego de una lesión y operación en la espalda en el 2008, Narváez comenzó la jornada de este proyecto.

"Los consejos de las personas que han pasado por situaciones de operación de espalda, las reacciones de ellas eran negativas cuando les dije que me iba a operar," contó Manuel, "Pensé que se me había acabado el baloncesto. De ahí fue que surgió la idea de cuando supere esta situación, pues contra, déjame poner esa experiencia y ayudar a los demás y a motivarlos." 

   Durante el proceso, Manuel descubrió que escribir el libro es una tarea ardua que requiere tiempo y atención al detalle. Le ha tomado cuatro años en el desarrollo y escritura; según él, lleva un año trabajando con el diseño.

   Parte del contenido del libro se trata de vivencias de Manuel Narváez y cómo el baloncesto lo ayudó a seguir adelante. Me contó de una crianza con poco recurso económico y qué tuvo que hacer para superarlo:

"Yo me crié en un lugar donde éramos escasos en recursos. Mi papá y yo tuvimos que irnos de pesca una noche con mi hermano y hacer una pesca bien grande para vender y comprarnos un carrito viejo. Un Datsun 210, me acuerdo...para poder ir a estudiar. Muchos buscamos sobre las lesiones, el impedimento de donde vives, que 'me crié en un lugar que no me ayuda mucho' y todos tendemos a buscar excusas y mira, la gente se pueden levantar de donde sea y se han levantado."

Si se preguntan, la foto del Datsun 210 aparece en el libro.

   Muchos jugadores de baloncesto profesional tienen sus ídolos en jugadores que ellos vieron desde niños. La persona de mayor influencia durante su juventud y su vida es su padre. "Es una persona que no fue muy educado, pero es un trabajador, una persona ejemplar, siempre haciendo lo correcto, aunque sea criticado y así me desarrollé yo," expresó Narváez. Connotando que la educación es sumamente importante, Manuel comentó que trabajar duro y poner la educación en práctica es la mejor manera de seguir hacia adelante y superarse.

   Manuel siempre supo lo que viene con ser un baloncelista profesional: Estar en el ojo público, jugar frente a miles de fanáticos y de expresarse a los medios. Todo se presta para ser un modelo a seguir. Sin embargo, no es hasta que ocurrió un evento importante de su vida, que supo lo valioso que es ser un buen ejemplo. "No fue hasta que tuve a mi hijo, que tiene tres años, que me di cuenta de lo importante que es dar ejemplo," comentó Manuel. "Él me imita en todo," terminó. Admitió que como deportista, al igual que artistas y otras figuras públicas, puede errar y puede caer, pero que todo está en la determinación de superar y recompensar por errores.

   No se sorprendan si no es la última vez que oímos hablar de "Manuel Narváez, el autor", ya que le apasiona el poder desahogarse por medio de la escritura. Le fascina ser una herramienta de la solución:

"La solución la tiene Dios. Pero es ser un complemento, una herramienta que ayude alcanzar ese máximo potencial que todos tenemos... Me gusta mucho y quiero seguir hasta que Dios diga."

   Además de la escritura de "El Sentido del Baloncesto en la Vida", Manuel Narváez lleva clínicas a residenciales, cárceles y diferentes lugares, visita hospitales y ofrece palabras de inspiración (aparte del baloncesto). Esas son varias de las obras que realiza para mejorar la comunidad y hacer una diferencia. Es un lado de un atleta que rara vez se ve. Pero Manuel no lo demuestra para que los demás vean lo que hace. Con sólo ser una herramienta de ayuda en la vida de alguien es suficiente. Dar de su tiempo y de sus experiencias para beneficio de otros. Apuesto a que ESO no aparece en estadísticas.

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