Al finalizar la acción del pasado miércoles, 4 de abril, nuestro Baloncesto Superior Nacional experimentó una estampida de cambios y movimientos que uno no podía mantener rastro. Se sintió que cada minuto que pasaba, surgía algo nuevo. Eso se debe a que era la fecha límite de hacer cambios. Durante esas 24 horas de miércoles (4 de abril) a jueves (5 de abril), las movidas vinieron rápidas y furiosas. Ahora, desde jueves, una calma salió después de ese torbellino de cambios y movimientos que mezclaron las emociones de excitación, esperanza, optimismo y hasta tumulto. Sin demora alguna, les dejo mis pensamientos de las movidas que ocurrieron.
- Los Capitanes de Arecibo cambian a Omar Alvarado para los Caciques de Humacao por los derechos a Walter Hodge.
Es muy claro que la movida era para beneficiar a los bicampeones Capitanes en su búsqueda de un armador. Dicho eso, si esperaban un poco más, ese armador puro les llegará en la presencia de Andrés Rodríguez. Esta movida me recuerda del año pasado cuando adquirieron a Donald Copeland en lo que Rodríguez regresaba. Por otro lado, Humacao adquieren un jugador en Alvarado de mucha experiencia, una faceta que necesitaban mejorar. Aún así, era una obvia descarga de Humacao salir de Hodge, ya que esperan a Denis Clemente y Hodge deseaba jugar para un contendor.
- Los Mets de Guaynabo cambian a Ángel "Buster" Figueroa para los Piratas de Quebradillas por Ángel Álamo.
Este cambio beneficia a ambos equipos. Álamo les da la estatura y versatilidad que a los Mets les faltaba y "Buster" les provee a los Piratas un jugador con buenas destrezas debajo del aro. De primera instancia, no entendí la movida, especialmente con lo querido que "Buster" es en la ciudad Metropolitana. Pero bien sabemos que así es el negocio del deporte y el cambio les funcionará a ambos equipos.
- Raymond Dalmau fuera como dirigente de los Mets de Guaynabo; reemplazado por su asistente, Luis Camacho.
Como siempre ocurre en situaciones semejantes a la de los Mets: equipo que está hecho para ganar ahora, pierden cinco partidos al hilo y llegan a la mitad de la temporada a los .500 (8-8). ¿Quién es el que normalmente paga por ese rendimiento? El dirigente. La situación llegó a un punto en que necesitaban una nueva voz. Raymond Dalmau provee una mano firme y su presencia nada más es vital. Sin embargo, este grupo particular de Guaynabo necesitaban ir a otra dirección. Luis Camacho tiene un enfoque distinto a Dalmau; más agresivo y más activo. Será una buena solución para los Metropolitanos moviendo adelante (también ayuda estrenar a Johwen Villegas y Ángel Álamo).
- Rolando Hourruitiner fuera como dirigente de los Piratas de Quebradillas; reemplazado por Leonel Arill.
De todas las movidas que ocurrieron, ésta fue la que menos entendí. Hourruitiner es un dirigente joven con mucho conocimiento y siempre se proyecta con buen manejo. Al igual con los Mets, se entiende que al tener las expectativas altas y estar morosos en la mitad de la temporada, cambios ocurrirán. Pero Rolando estaba en medio de su primera temporada, y tienen suficiente talento para superar esta mala racha. La selección de Arill es entendible: Opuesto a Hourruitiner y con experiencia de campeonato. Aún así, lo han soltado en plena temporada de sus últimas dos paradas (Bayamón, 2009 y Humacao, 2011), por tanto queda por ver cuán exitoso será con este talentoso grupo. Eso dicho, es una buena oportunidad para Arill y el gran deseo de éxito es lo que pueden guiar a los Piratas a la columna de victorias.
- Christian Dalmau: Suspendido por cuatro partidos y multado $4,000 por incidente con árbitro el pasado 29 de marzo.
Un momento donde en la calentura de batalla, un individuo pierde la cabeza y comete actos fuera de característica. Todos los hemos hecho y como se sabe, hay que pagar consecuencias. Lanzó un golpe a un oficial de juego y eso si que no es perdonable. Las faltas técnicas en nuestra Liga (y en FIBA) son más costosas que en la NBA. Por eso me pregunto por qué los jugadores no se comportan mejor. Entiendo que dentro de la competencia y la batalla, uno se expresa, pero hay momentos donde morderse la lengua es una mejor opción. No vale la pena dos tiros libres y posesión de la bola al equipo contrario. Intentar un golpe hacia un oficial de juego ya es perder la cabeza. Christian Dalmau es un hombre decente y se entiende que su arrepentimiento es óptimo. Simplemente fue un evento aislado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario